
Sin casi palabras, un concierto clásico se convierte en una fiesta, donde la participación del público no puede faltar
Quien todavía piense que la música clásica es aburrida, hasta este domingo tiene la ocasión de cambiar de idea. Yllana regresa al Teatro Principal con ‘Pagagnini’ una obra que lleva casi dos décadas dando vueltas por el mundo animando a los más escépticos a darle una oportunidad a los clásicos.
Si para los no iniciados sacar unas notas de un instrumento ya parece algo arduo, los violinistas Eduardo Ortega, Fernando Clemente y Thomas Potiron y el violonchelista Guergui Fournadjiev van un poco más allá. Al virtuosismo con su respectivo instrumento musical, los cuatro le suman la capacidad de saltar, bailar y moverse por el escenario, de manera que el público no pierda comba de lo que ocurre en el escenario. Aunque el título de la obra homenajea al compositor y violinista Niccolò Paganini, la obra recorre la historia de la música, con la mezcla de clásicos como el ‘Canon’ de Johann Pachelbel con el bluegrass, el pop o el rock, con canciones de Serge Gainsbourg o U2. Tampoco se olvidan de compositores españoles como Manuel de Falla, con fragmentos de ‘La vida breve’ o la ‘Carmen’ de Pablo Sarasate.
Pero no se trata de una actuación musical al uso, porque la mayoría de los intérpretes tienen un solo objetivo: pasárselo bien (y, ya que estamos, que el público se entretenga), a pesar de las reticencias de uno de los músicos, en el rol de «payaso serio». Por supuesto, este último no conseguirá su objetivo y el concierto clásico, con su repertorio anunciado por una voz en off, se irá convirtiendo poco a poco en una fiesta en la que el público tendrá que participar. A los mandos de este desbarajuste está Ara Malikian, Hijo Adoptivo de nuestra ciudad, y que aquí ejerce de coproductor y director musical, empeñado en llevar la música clásica a todas las audiencias.
Poco más necesita el cuarteto para entretener a la concurrencia: todo ocurre en un escenario negro, en el que el atrezzo se reduce tan apenas a unas sillas. La iluminación, eso sí, les acompaña en su viaje a la locura musical, convirtiendo en un momento el Teatro Principal en una discoteca.
En las casi dos décadas que lleva rodando este espectáculo, ha viajado por Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos o Corea del Sur. No ha pasado desapercibido, ya que ha recibido premios como el de Mejor Espectáculo del Fringe Festival de Edimburgo (Reino Unido), el Moerser Comedy Preis del International Comedy Arts Festival en Moers (Alemania) o el premio al Mejor Espectáculo de Ópera, Zarzuela y Comedia Musical del Teatro de Rojas (Toledo).
MÁS DE TRES DÉCADAS DE HUMOR
La compañía de teatro Yllana se encarga de llevar al escenario ‘Pagagnini’, un espectáculo que se encuadra dentro de su característico humor gestual. En sus más de tres décadas de trayectoria, han producido 38 espectáculos teatrales, que les han valido varios premios Max, además de galardones internacionales.
Desde 1996 gestiona el Teatro Alfil de Madrid, dedicado a la comedia de todo tipo, además de dirigir espectáculos para otras compañías o productoras y desarrollar diferentes formatos audiovisuales. También colabora con entidades públicas y privadas para la organización de eventos y programaciones culturales.