El Ayuntamiento de Zaragoza finaliza la rehabilitación de la cubierta de la iglesia de la Casa Amparo

Los operarios han reformado de manera integral la estructura del tejado, que estaba muy debilitada, con vigas fracturadas y con un refuerzo para evitar su colapso
Se ha renovado la cubierta reutilizando los elementos y tejas existentes, reforzando la seguridad y rehabilitando otros aspectos para garantizar la conservación del patrimonio
Así, la inversión del Ayuntamiento en este equipamiento, que es un faro social de los servicios municipales, ha alcanzado ya los 1,7 millones de euros en los últimos años

El Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado las obras de rehabilitación de la cubierta de la iglesia de la Casa Amparo, que han contado con una inversión de 451.000 euros y han sido ejecutadas por la empresa BCO Construcciones y Servicios SL. Las obras fundamentales previstas han incluido también correcciones y la subsanación de algunos aspectos complementarios que afectaban al exterior del edificio en lo referente a las humedades que lo deterioraban.
Así lo han comprobado esta mañana el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, y la consejera de Políticas Sociales, Marian Orós, quienes han visita el resultado de las obras en la cubierta de la iglesia de la Casa de Amparo, pero también en el interior del templo, dado que se provecharon los trabajos para la recuperación de los espacios de la sacristía y su puesta en valor. «Aquí se ha eliminado un falso techo para dejar al descubierto las bóvedas y poder hacer catas que determinen los periodos de construcción y aporten más información histórica, cultural y patrimonial a este edifico tan singular y ligado a la historia de nuestra ciudad», ha indicado Serrano.

No obstante, la actuación primordial se ha realizado en el tejado y su estructura, donde «existía una evidente preocupación por el estado de la cubierta», ha advertido Serrano, por lo que desde Urbanismo se ordenó el proyecto para su arreglo. La cubierta o tejado en sí no tiene valor valor histórico o documental, por lo que se ha podido ejecutar una renovación integral de la estructura con materiales de mucha mayor durabilidad, aunque conservando  todos  aquellos  aspectos  que  definen  sus  características
arquitectónicas. De este modo, se comenzó demoliendo la cubierta, empezando con la retirada de las tejas y conservando las que se encontraban en buen estado para su reutilización. Se ha eliminado el tablero de cañizo y yeso, así como la estructura de madera existente, evitando el apoyo en las bóvedas. Y se ha hecho un reparto de las cargas estructurales, con la reparación de las cornisas», ha resumido Víctor Serrano, quien ha señalado que también se han ejecutado numerosas labores de carpintería, bajantes de pluviales, electricidad, protección antiincencios y seguridad.
«El deterioro de la cubierta era generalizado y progresivo, con riesgo evidente de colapso de algunas vigas. Ya se hizo un refuerzo interno como solución temporal, pero ahora hemos actuado de manera integral», ha explicado Serrano, quien ha resaltado el compromiso del Gobierno municipal con el patrimonio histórico artístico y los equipamientos de la ciudad.

1,7 MILLONES DE EUROS PARA UN FARO SOCIAL
En concreto, en la Casa de Amparo se han invertido en los últimos años más de 1,7 millones de euros en distintas actuaciones. Antes de las cubiertas de la iglesia se actuó con otros 600.000 euros en la adecuación, en la zona noroeste del edificio, de la planta primera donde se crearon cinco nuevas habitaciones, una zona de atención geriátrica y un despacho multiusos, lo que incluyó a su vez el refuerzo del forjado entre las plantas. Y a todo ello «deben sumarse otras actuaciones como la climatización de la primera y segunda planta (524.621,56 euros) y la pintura de estos espacios (28.304,49 euros); la mejora de la eficiencia energética y el confort de los residentes con el cambio de caldera (35.658,58 euros); la implementación de medidas de seguridad contra incendios en la planta sótano y la escalera exterior (45.617 euros); o la instalación de ventilación forzada en los aseos (35.164,80 euros)», ha resumido Serrano.

«Estas inversiones reflejan el compromiso social de este equipo de Gobierno con las políticas de dependencia», ha recordado la consejera Orós, quien recordado la importancia de Casa Amparo, donde todas las actuaciones «redundan en el bienestar de los residentes y en la calidad de los servicios que prestamos en este espacio, que es un verdadero faro social para la ciudad». En este equipamiento, ha señalado Orós, «los trabajadores realizan con mucha profesionalidad y mimo una atención centrada en la persona para promocionar la autonomía personal». «Buscamos que personas con pocos recursos o sin red familiar reciban el mejor cuidado en un lugar en el que se sientan como en casa», ha añadido, al tiempo que ha enfatizado la importancia «de mejorar la calidad de vida de los residentes y retrasar el deterioro propio de la edad o de las enfermedades que padecen».
«El trabajo con los residentes se desarrolla desde cuatro áreas», ha recordado Orós. En el Área Física «se fomenta la autonomía, el autocuidado, el control postural, el uso y manejo de teléfonos móviles, el taller de cocina, la psicomotricidad y relajación, o el taller de recuperación funcional para incrementar la movilidad articular y la fuerza muscular», ha explicado la consejera.  En  el  Área  Cognitiva  se  hacen  talleres  de  estimulación,
orientación a la realidad y charlas sobre experiencias de vida y momentos históricos. Mientras que en el Área de Ocio y Tiempo Libre «se ofertan talleres de artesanía creativa, laborterapia, huerto ecológico, lectura fácil, escritura y música, además de realizar actividades lúdicas de su interés como juegos de mesa, bingo, juegos tradicionales, juegos de intelecto, etc, a lo que se suma un amplio programa de ocio y tiempo libre que incluye salidas al exterior, teatro, tertulias, exposiciones… Por último, «desde el Área del Entorno se trabaja en la adaptación y eliminación de barreras arquitectónicas; la formación y asesoramiento a trabajadores, estudiantes y voluntarios; las videollamadas con familiares; o las actividades intergeneracionales con el CEIP Santo Domingo que promueven el vínculo y el conocimiento mutuo entre niños y personas mayores», ha apuntado Orós.

HISTORIA CASA AMPARO
El original Convento de Santo Domingo fue fundado por Jaime I en el siglo XIII y mantuvo el apoyo de los reyes de Aragón durante siglos. Se considera por tanto, el convento más antiguo de la ciudad.
Así, a lo largo del siglo XIV constan ya la mayoría de las edificaciones fundamentales complementarias al templo, como el refectorio, el dormitorio, el claustros… Ya por aquella época, el convento era un foco de cultura y donde se produjeron importantes acontecimientos históricos, como la utilización por la Corona como lugar para la celebración de Cortes en el refectorio, la actual Biblioteca y Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, que se rehabilitó en 2001 y da al paseo de Echegaray y Caballero.
En los siglos posteriores el convento mantuvo continuas transformaciones, aunque la más destacable fue la reconstrucción de la iglesia en el siglo


XVII. Posteriormente, en el siglo XIX, sufrió las invasiones napoleónicas y las leyes de desamortización. Hasta que los edificios fueron ocupados por el Ayuntamiento de Zaragoza en 1837.
La Casa de Amparo se establece en 1871 en un pabellón construido en el solar del Convento de Santo Domingo. El edificio fue ampliado a partir del año 1885 según proyecto de Ricardo Magdalena, dándole al edificio la disposición que tiene actualmente y marcando las directrices que se seguirán hasta la conclusión de mismo.
En 1905 se inician las obras del pabellón que da a la calle de Predicadores. Entre los años 1931 y 1935 se finalizan las obras de la Casa de Amparo, ejecutándose dos nuevos pabellones: el pabellón norte y uno de los laterales. En 1940 se realizan obras de remodelación interior y restauración de la iglesia y en 1944 se llevan a cabo obras para embellecimiento de vestíbulo. Desde sus orígenes hasta la actualidad se han estado realizando constantemente obras de remodelación y mejora de las instalaciones, constando en los archivos municipales expedientes urbanísticos desde finales del siglo XIX.