Zaragoza lanza el proyecto audiovisual «No todo queda en casa» sobre salud mental infanto-juvenil

El proyecto combina accesibilidad y profundidad para llegar al mayor número posible de personas

«No todo queda en casa» es un proyecto audiovisual integral de educación y prevención en salud mental infanto-juvenil, concebido desde la certeza de que la educación y el bienestar emocional son dos caras de una misma moneda. Un proyecto que ha sido impulsado por el Ayuntamiento de Zaragoza y desarrollado por profesionales de la Universidad Popular y del Laboratorio Audiovisual del consistorio.

El formato, que comienza a emitirse con carácter mensual este sábado 1 de febrero a las 9.05 horas en Aragon TV, demuestra el compromiso transversal del Ayuntamiento de Zaragoza con la sociedad de, y aragonesa, apostando en su desarrollo por visibilizar realidades complejas pero comunes en muchos hogares.

En cada uno de los episodios aparecen expertos de las diferentes materias en las que se profundiza en el programa. Hasta ahora las temáticas de los ocho ya grabados son: TEA, Altas capacidades, siniestros de tráfico, TCA, abusos sexuales, mal uso de pantallas, un mundo de incongruencias, e ideaciones suicidas.

HABLAR DE SALUD MENTAL INFANTO-JUVENIL EN CASA

El objetivo del formato es acercar las problemáticas más habituales en la salud mental infanto-juvenil a los salones de los hogares aragoneses e invitar a los telespectadores, en muchas ocasiones familias de adolescentes, a reflexionar sobre la realidad de sus hijos o familiares cercanos. «Forma parte de nuestra labor como responsables políticos saber llegar al ciudadano a través de diferentes canales, y ayudarles en la gestión de estas patologías en casa, y también fuera de ella», señala la concejal de Educación, Paloma Espinosa, que confía en que este programa «sirva de herramienta de aprendizaje y apoyo para todas las familias y personas que lo necesiten».

Las conversaciones entre la conductora del programa, Laura Ganuza, y los invitados están basadas en experiencias de vida propia, donde se reconoce que no existen fórmulas concretas ni manuales de instrucciones, pero sí señales de alarma, herramientas de protección y alternativas que permiten enfrentar estas situaciones con mayor autonomía y tomar decisiones informadas.

Las personas que participan no solo dominan los temas, sino que también saben conectar con las experiencias diarias de docentes, familias y comunidades, utilizando un tono cercano, accesible y respetuoso con las vivencias de quienes lo ven y escuchan. Por ello, las conversaciones de «No todo queda en casa» no tienen lugar en un plató convencional, sino en un entorno único: el salón de casa.

«No todo queda en casa» parte de una idea sencilla pero profundamente significativa: la magia de educar está en el equilibrio. Porque, aunque no todo queda en casa, todo empieza en el hogar.