Visita al Albergue Municipal de Zaragoza ante la recepción parcial de las obras para poder abrir más plazas

En este lugar entrará en servicio un nuevo cuartel de cercanía de la Policía Local

El Centro de Acogida e Inserción de Personas Sin Hogar de Zaragoza (conocido tradicionalmente como Albergue Municipal) encara la recta final de su histórica reforma, en la que el Gobierno de la ciudad ha invertido 5 millones de euros para modernizar y dignificar las instalaciones que usan las personas más vulnerables de la sociedad y los trabajadores municipales. Mientras culminan los últimos trabajos, el Ayuntamiento de Zaragoza ha realizado una recepción parcial de las obras para poder utilizar ya los dos nuevos módulos dotados con 20 plazas cada uno. De este modo, a los antiguos pabellones de frío, que seguirán utilizándose este invierno y que serán sustituidos por otros nuevos en época estival, se suman otras 40 plazas más, en este caso con una importante mejora en términos de calidad y confortabilidad.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, acompañada por la consejera de Políticas Sociales, Marian Orós; el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, y el consejero de Presidencia y Seguridad Ciudadana, Ángel Lorén, han visitado este lunes las instalaciones y ha conocido de primera mano la evolución de la obra ante las explicaciones del director del Albergue Municipal, Juanma Harto.

La reforma del edificio del antiguo cuartel de San Agustín permite sumar 949 metros cuadrados útiles para dignificar la zona laboral de casi una treintena de trabajadores del Albergue Municipal que abandonarán el antiguo edificio. De este modo habrá un edificio nuevo en el que se establecerán las labores administrativas, pero también de atención sanitaria y social, así como los talleres formativos y otro exclusivo para la pernocta, aseo, lavandería y comida.

Asimismo, en las nuevas instalaciones se va a poner en marcha un nuevo cuartel de cercanía de la Policía Local y un Centro de Día para que personas sin hogar puedan estar en un espacio confortable, además de poder utilizar un nuevo patio que dobla la capacidad del anterior y que se dotará de bancos y árboles, así como de un pequeño huerto.

«En un albergue, la cama es lo menos importante. Lo esencial es lo que la rodea: el tratamiento psicológico, el acompañamiento social, y recuperar hábitos, socialización y oportunidades laborales. Ese es el verdadero corazón de este proyecto», ha afirmado Natalia Chueca al tiempo que ha insistido en que «el Albergue Municipal es, literalmente, la puerta de entrada al Plan de Primera Oportunidad, nuestro programa de inserción sociolaboral que está devolviendo a muchas personas la posibilidad de empezar de nuevo».

El hecho de que casi una treintena de trabajadores se trasladen al nuevo edificio va a conllevar que se puedan aumentar las plazas asistenciales, además de, tal y como ha anunciado la alcaldesa Natalia Chueca, llevar a cabo una Fase 2 de reforma que no estaba contemplada inicialmente y que va a permitir crear una zona de consigna de grandes dimensiones, actualizar y modernizar la vieja cocina y dignificar los espacios en los que ahora conviven unas 140 personas para dignificar su estancia al máximo.

En lo que respecta al número de plazas, la inversión municipal se traduce en el aumento de 40 plazas, más las 40 de los antiguos pabellones de emergencia climática y otras 15 para mujeres que se acondicionarán en el conocido como ‘cuarto azul’. Con todo ello, el Albergue Municipal contará con un total de 200 plazas entre el dispositivo de frío y sus recursos ordinarios.

En paralelo a las obras en el Albergue municipal, el Gobierno de Natalia Chueca ha acordado con la Hermandad del Refugio la puesta de 25 nuevas plazas para pernocta de personas sin hogar, además de la puesta en de cuatro pisos para jóvenes que viven en la calle y que entrar en el mercado laboral.

Por otro lado, se han reforzado también los recursos humanos, con trece nuevos trabajadores de diversos perfiles, a través de un plan temporal de empleo con una duración de tres años.

La estancia ordinaria es de seis días cada tres meses, si bien el reglamento contempla excepciones para prorrogar la estancia en función de las posibilidades de inserción personal y social de los usuarios. Está abierto las 24 horas, los 365 días del año y se incluye desayuno, comida y cena; Servicio de lavadora, secadora, ropero, servicio de libros libres y acceso a Internet; así como está a disposición de los usuarios de una sala de estar y TV.

PRIMERA GRAN REFORMA DESDE 1989

La reforma del Albergue Municipal es la primera que se realiza en este equipamiento desde su inauguración en 1989. El centro ocupa una parte del antiguo Convento de San Agustín, uno de los espacios con mayor carga histórica y cultural de la ciudad en el que se han encontrado restos íberos, romanos y musulmanes, además de haber sido lugar de asentamiento de la Orden de San Francisco y de San Agustín, a la que pertenecen los restos del siglo XVII que hoy se conservan.

Se trata de un conjunto edificado en el siglo XIV sobre el solar del antiguo convento franciscano, que fue ampliado y reformado primero en el siglo XVI (sacristía, biblioteca y nuevo claustro) y posteriormente en los siglos XVII y XVIII.

En 1978 el recinto pasó a ser propiedad municipal, en malas condiciones de conservación por su estado de abandono. A finales de la década de los ochenta, parte del antiguo cuartel de San Agustín fue rehabilitado como Albergue Municipal. Sin embargo, otros restos del convento seguían en estado de abandono.