Medio centenar de conductores de este servicio público recogerán a ancianos de varias residencias de la capital aragonesa
Zaragoza vive una Navidad de película y quienes no pueden perdérsela son los ancianos de las residencias de la ciudad. Gracias a medio centenar de taxistas, que se han unido de forma desinteresada, los mayores de la capital van a poder disfrutar de la ilusión que transmite el alumbrado de esta época. Será en la tarde de este miércoles.
La conocida como caravana verde comenzará en la residencia Elías Martínez Santiago, Zalfonada, Las Fuentes, Perpetuo Socorro de Federico Ozanam y en el centro de Adislaf y llegarán a Macanaz, donde se iniciará el recorrido por las calles del centro de la ciudad para poder ver la gran manta de luces de la calle Alfonso I, las estrellas fragmentadas que resplandecen en el paseo de la Independencia o el árbol de más de 20 metros de la plaza Paraíso entre otros.
El taxiluz es una iniciativa de la Plataforma Solidaria Caravana Verde de Zaragoza que inició su andadura a partir de una actividad similar que se realiza en Sevilla. Comenzó con una veintena de taxis en las calles zaragozanas y después de tres años esta actividad se ha intensificado. Este miércoles ha sido presentada por parte de Ángel Enríquez, por parte de este colectivo solidario, con el apoyo de la consejera de Políticas Sociales y el concejal delegado de Movilidad, Marian Orós y José Miguel Rodrigo, quienes han coincidido en destacar la voluntad de estos conductores «que son el máximo exponente de lo que es el servicio público». «Devolver a nuestros mayores el cariño que en su día nos dieron y más en estas fechas es algo a resaltar y agradecer», ha añadido Orós. En la comitiva también va a participar una invitada muy especial, la senior influencer Teresa la Pelaya (@teresalapelaya), quien ha agradecido la labor de los taxistas y ha animado a los mayores zaragozanos al envejecimiento activo como modelo de vida. «Hay que vivir, no hay que parar de hacer cosas, leñe», ha espetado.
Los taxis recorrerán la ciudad con una iluminación especial y en el interior los villancicos acompañarán a los mayores en este viaje ilusionante. Asimismo, los ancianos recibirán un detalle de parte de este colectivo de trabajadores.
La ciudad cuenta estas navidades con un alumbrado especial que decora 91 plazas, avenidas, calles y espacios públicos de todos los distritos y barrios rurales. A los elementos tradicionales en el paseo de la Independencia, calle Alfonso I y plaza San Felipe se unen 17 instalaciones especiales, con novedades como los almendros de luces de las plaza de Europa, así como en Reina Sofía y Salamero, y en los parques de José Antonio Labordeta y de Pignatelli.
Además, la gran bola de Navidad, de 12 metros de altura y casi un millón de puntos led que se coordinan con un espectáculo lumínico y musical, ha regresado en la plaza de César Augusto, junto a las murallas romanas.
Muy cerca, la Plaza del Pilar vuelve a ser el núcleo, como en muchas citas de la ciudad, de encuentro y fiesta de los zaragozanos. Destaca el Belén de Judea con figuras de tamaño natural y que ocupa más de 1.000 metros cuadrados. Con una planta en forma de abanico, esta espectacular estructura cuenta con un centenar de figuras que habitan las distintas zonas y construcciones, como son el Portal, el Palacio de Herodes o el Zoco de Mercaderes. Además, este año el Belén encierra un misterio, ya que los «Gnomus», los protectores de la naturaleza pertenecientes a las Tribus del Parque, han preparado un juego de pistas dentro del Belén, a la página web www.lastribusdelparque.es/MisterioDelBelen y encontrar las instrucciones para realizar el juego de pistas y poder resolver el gran misterio.
Más de 70 actividades se van a llevar a cabo en la Muestra Navideña, que celebra la XIV edición con el Mercadillo Artesano integrado por cuarenta casetas de artesanía y agroalimentaria repartidas en dos espacios de la plaza del Pilar, entre la zona más próxima a la Fuente de Goya y la zona junto a la Fuente de la Hispanidad, en las que se pueden adquirir una gran variedad de productos artesanales para todos los gustos (casi el 70% de ellos son de artesanos aragoneses). El Árbol de los Deseos, en el que todo el mundo puede colgar sus anhelos para el próximo año en forma de hojas escritas, forma también parte del ambiente navideño de la plaza del Pilar, así como el tobogán gigante de trineos neumáticos. Los más pequeños pueden acudir a la ciudad de los sueños, Dreamland, un lugar mágico, lleno de fantasía y de color, ubicado junto a la Delegación del Gobierno y al que se accede por un espectacular arco vegetal y de luz que cuelga el tradicional muérdago. Aquí se encuentra la Casita de Papá Noel, con visitas a Santa Claus, el carrusel veneciano, el Snow City y el Expresso Navideño, el tren de la Navidad.
En la zona de Hispanidad están los ponys ecológicos, la noria infantil y la pista de patinaje sobre hielo más grande de la ciudad.