El ciudadano marroquí, con antecedentes por hechos similares, tendrá prohibida la entrada en España durante tres años
La Policía Nacional ha ejecutado la expulsión del territorio español de un ciudadano marroquí que operaba en Zaragoza como presunto receptador de teléfonos móviles sustraídos mediante hurtos o robos violentos y que posteriormente revendía tanto en España como en Marruecos, según informó este jueves la Jefatura Superior de Policía.
El hombre, que permanecía interno en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia, fue expulsado en cumplimiento de una resolución de devolución dictada el 18 de marzo de este año por la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza. Su salida del país implica, además, la prohibición de regresar durante un periodo de tres años.
El ahora expulsado había sido detenido el pasado 22 de octubre en Zaragoza como presunto autor de un delito de receptación. En el registro de su domicilio, los agentes recuperaron quince teléfonos móviles, la mayoría de los cuales pudieron ser restituidos a sus propietarios.
Tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras solicitó su ingreso cautelar en el CIE de Valencia para asegurar la ejecución de la expulsión, medida que fue acordada por la autoridad judicial. El hombre permaneció allí hasta que se completaron los trámites para su salida definitiva del país.
Fuentes policiales recuerdan que el ciudadano marroquí ya había sido detenido anteriormente en Zaragoza en dos ocasiones por delitos de receptación y por una reclamación judicial pendiente.