El Zaragoza recibe el premio nacional METRAE por su apoyo al pequeño comercio y la modernización de los mercados de abastos

El jurado ha valorado el compromiso del Consistorio zaragozano con la modernización de sus mercados y la integración del comercio local en la vida de los barrios

El Ayuntamiento de Zaragoza ha sido distinguido con el Premio Nacional METRAE, otorgado por la Confederación de Mercados Tradicionales de Abastos, en reconocimiento a su labor de promoción del pequeño comercio y revitalización de los mercados municipales. El galardón fue recogido este lunes en Valencia por el consejero de Economía, Transformación Digital y Transparencia, Carlos Gimeno, durante el V Encuentro Nacional de Mercados Tradicionales, que ha reunido a representantes de 150 mercados de toda España.

El jurado ha valorado el compromiso del Consistorio zaragozano con la modernización de sus mercados y la integración del comercio local en la vida de los barrios. “El trabajo del Ayuntamiento de Zaragoza representa el espíritu de los mercados de toda la vida: cercanos, sostenibles y con vocación de servicio público”, ha destacado el presidente de METRAE, Asier Beato.

Carlos Gimeno, que ha recibido el premio en nombre del Ayuntamiento, ha mostrado su satisfacción por este reconocimiento a la gestión municipal:

“La supervivencia y el progreso del pequeño comercio eran objetivos prioritarios al inicio del mandato. Dos años después, los resultados son palpables: las ayudas municipales, la innovación y la implicación del sector han fortalecido la competitividad de nuestros mercados”.

Una red de mercados en expansión

Zaragoza cuenta actualmente con más de 35 mercados fijos, públicos y privados, que agrupan a 71 detallistas, además de numerosos mercados ambulantes que dinamizan la economía local. Entre los públicos destacan el Mercado Central, con 53 puestos; el de Valdespartera, gestionado por Mercazaragoza, con 12; y el de San Vicente de Paúl, con 6.

A ellos se suman los mercados ambulantes de La Almozara, el Rastro de la plaza de Toros, el Mercado del Coleccionismo de San Francisco, el de Antigüedades de San Bruno, el Agroecológico de la plaza del Pilar y el de productos agroalimentarios del Campus Universitario. Actualmente, el Ayuntamiento oferta diez nuevas licencias para venta de productos agroalimentarios en el mercado semanal, con el fin de diversificar la oferta y estimular la actividad comercial.

Apoyo económico y modernización

Desde 2023, el Ayuntamiento ha desplegado nuevas líneas de ayudas destinadas a la mejora de fachadas, la innovación comercial, la apertura de nuevos puestos y el relevo generacional, además de programas de dinamización cultural y de ocio para atraer consumidores.

Entre las actuaciones más destacadas figura la renovación del cerramiento del Mercado Central, con una inversión de 1,15 millones de euros, cuya instalación comenzará en los próximos días. También se ha puesto en marcha una Oficina de apoyo al autónomo, que centraliza la información sobre ayudas, asesoramiento y formación, y que ya ha permitido garantizar la continuidad de varios negocios tradicionales, como una frutería en un mercado privado.

Asimismo, el Consistorio ha impulsado líneas de subvenciones por valor de 380.000 euros para modernizar mercados privados y ha lanzado nuevas convocatorias para la digitalización, mejora de instalaciones y competitividad empresarial.

Un impulso al comercio de proximidad

El Ayuntamiento mantiene además un convenio anual con las asociaciones de comerciantes para realizar acciones de dinamización en todos los mercados municipales —coincidiendo con campañas como Hola Primavera, la Navidad o el inicio del otoño—, con el fin de incentivar la asistencia y el consumo local.

Zaragoza está apostando por un modelo de ciudad que valora el comercio de proximidad y los mercados tradicionales como espacios de cohesión y sostenibilidad”, ha subrayado Gimeno.

Con este premio, el Ayuntamiento consolida su posición como referente nacional en gestión e innovación del comercio de abastos, demostrando que el impulso al pequeño comercio y la participación vecinal son claves para una ciudad más dinámica, sostenible y con identidad propia.