La exposición muestra 18 obras de la colección municipal realizadas por quince artistas zaragozanas y que pertenecen a distintas disciplinas, entre pintura, grabado o escultura
Se completa así un ciclo que comenzó con ‘Ellas estaban ahí’ (años cincuenta) y ‘Los 70 son nuestros y los 80, también’, y que continúa ahora con el periodo entre 1990 y 2002
La muestra forma parte de la programación municipal para el Día Internacional de la Mujer
La sala Juana Francés del Ayuntamiento de Zaragoza se adentra en el nuevo milenio con una exposición que rescata obras de la colección municipal realizada por mujeres artistas entre los años 1990 y 2002. ‘Y el milenio vendrá’ es el título de esta exposición que ha presentado hoy la jefa del Servicio de Igualdad, Ana Gaspar, junto a la comisaria Desiree Orús, y que forma parte de la programación organizada por el Ayuntamiento para el Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo.
Se podrá ver en la Casa de la Mujer hasta el 29 de agosto. Se completa así una visión de la aportación de la mujer al arte, que comenzó con la muestra ‘Ellas estaban ahí’ (años cincuenta) y ‘Los 70 son nuestros y los 80, también’, y que continúa ahora con un nuevo periodo; todo con obras de la colección artística del Ayuntamiento. «Nos propusimos mostrar la calidad y el legado de muchas mujeres de nuestra ciudad, aprovechando la enorme colección artística que custodia el Ayuntamiento de Zaragoza, y acercar su aportación al arte», ha indicado Gaspar en la presentación.
De esta forma, y tras las dos últimas exposiciones, se llega a la década de los noventa y al inicio de un nuevo siglo, en el que las mujeres artistas articulan lenguajes cercanos y personales, se interrogan sobre su propia condición y aportan una nueva visión al arte contemporáneo.
Ellas son Sonia Abrain, María Enfedaque, Sylvia Pennings, Lennie Bell, Margarita García Buñuel, Ana Pérez Ruiz, Cristina Beltrán, Blanca Gotor, Asun Valet, Popi Bruned, Natalia Laínez, Lina Vila, Edrix Cruzado, Carmen Molinero y Columna Villarroya. Las autoras investigan sobre sus sentimientos, su cuerpo, expresan su opinión, cómo son y cómo se ven, y trasladan el ámbito privado al público. Lo hacen, además, con sus propios instrumentos creativos, que van desde la pintura, la fotografía, escultura, grabado, instalación o vídeo.
Al mismo tiempo, durante esta etapa, hacen una «revisión» de la imagen de la mujer y los papeles asignados por la cultura y la sociedad, dando lugar además a nuevos escenarios que les permitieron acceder, en pie de igualdad, al reconocimiento de la existencia de una presencia y una mirada hasta ahora un tanto ignoradas.
