A través de una destacada información documental y gráfica se da a conocer la historia de esta talla, novedosa en su momento por sus dimensiones y estética moderna, obra del escultor aragonés José Bueno
A partir de hoy y hasta el próximo 31 de marzo los viandantes podrán contemplar la exposición El Jesús de José Bueno y La Columna. 75 años atados, que se ha instalado en el Paseo Independencia.
La Asociación para el Estudio de la Semana Santa, a punto de cumplir 30 años ininterrumpidos de actividades investigadoras y divulgativas de la cultura y tradición relacionadas con la Semana Santa, ha organizado en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza esta muestra, que recoge en 11 soportes la historia de la escultura de Jesús Atado a la Columna, una imagen que cumple 75 años en nuestra ciudad, tiempo en que ha aglutinado y consolidado a un importante colectivo en torno a ella.
La escultura es una talla de grandes dimensiones (1,90 x 1 x 1,55 m) realizada por el escultor aragonés José Bueno Gimeno, que representa a Jesús atado con cuerdas naturales a una columna, situada a sus espaldas. Es un hombre joven con el torso doblado y desnudo, que se cae hacia adelante apoyando todo su peso en la pierna derecha avanzada, composición de diagonal heroica. Se trata de una imagen novedosa en su momento por sus dimensiones y estética moderna, rompiendo con las formas de la imaginería tradicional del siglo XIX, y que supuso un acontecimiento en Zaragoza.
También se ha querido reconocer con esta exposición el trabajo de un gran escultor zaragozano, José Bueno, autor de destacadas obras no devocionales de la ciudad, como son El Batallador del parque José Antonio Labordeta, el monumento de la Fosa Común en el Cementerio de Torrero, el monumento a los hermanos Argensola de la plaza San Pedro Nolasco, o Mujer dormida en Constitución/Independencia.
La exposición contiene información documental del encargo y la gestación de la imagen, así como de su evolución en estos 75 años, las reacciones que despertó en los diferentes ámbitos de la sociedad y que vienen recogidas en los recortes de prensa. Igualmente, se muestra una importante documentación gráfica, entre ella la referida a la llegada a Zaragoza de la escultura en el año 1949, y su presentación a la ciudadanía con una exposición en La Lonja.
La Cofradía del Señor Atado a la Columna, que ha colaborado también en la muestra, fue la que encargó la escultura y propietaria de la misma, que se encuentra ubicada en la iglesia de Santiago, donde permanece al culto durante todo el año.
José Bueno Gimeno (Zaragoza 1884/Madrid 1957)
Desde muy joven acude al estudio de Francisco Borja y con 13 años también a la Escuela de artes y oficios, con profesores como Ricardo Magdalena y Carlos Palao. En 1905 se traslada a Madrid y asiste a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
Entre 1918 y 1924 reside en Zaragoza donde, después de una exposición en el Casino Mercantil presentada por Zuloaga, se convierte en uno de los escultores más conocidos de la época, realizando numerosos encargos oficiales y privados.
Obtiene premios en las Exposiciones nacionales de Bellas Artes, entre ellos, en 1922 el segundo premio por su obra Humanidad (actualmente en la fosa común del cementerio de Torrero. En 1925 realiza el monumento al Batallador, en el Cabezo de Buenavista.
Vuelve a Madrid en 1925 y viaja a Paris, Bruselas, Amsterdan, etc. En 1940 se presenta a oposición y gana la cátedra de modelado en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, vinculándose de nuevo con Zaragoza, donde vuelve a recibir encargos, predominando la temática religiosa.
En 1949 termina una de sus obras más icónicas Jesús Atado a la Columna. Entre 1953 y 1956 realiza tres obras religiosas para la Semana Santa de Alcañiz, El Cristo Yacente, Nuestro Padre Jesús Crucificado y Nuestra señora de las Lagrimas.