La implantación de nueva tecnología de bajo consumo supondrá la reducción de la contaminación lumínica y sus molestias en las viviendas, y se ganará en profundidad visual de las calles para una mayor seguridad
El Ayuntamiento de Zaragoza avanza a buen ritmo en la implantación del plan especial de iluminación del entorno Zamoray-Pignatelli, elaborado por la empresa Lumínica Ambiental y desarrollado por la empresa Enrique Coca S.A. con una inversión para su ejecución de 536.629 euros en un plazo de cinco meses.
El proyecto, que cambiará 596 luminarias del barrio, se desarrolla acorde a criterios prioritarios de seguridad, confort visual de las personas y embellecimiento del patrimonio, junto al ahorro energético, el bajo coste de mantenimiento y la mejora de la calidad ambiental para el conjunto del entorno Zamoray-Pignatelli.
El pasado 7 de enero comenzaron los trabajos con el cambio de luminarias en parte de la calle de Agustina de Aragón y se ha proseguido con los trabajos en las calles Solsona, Zamoray, Mayoral, Cerezo, Ara, Martín, Caballo, Doncellas, Peromarta, Castrillo, Camón Aznar, Fleming, Lirio, Albareda… Durante esta primera semana de febrero se finalizarán los trabajos en la calle de Ramón Pignatelli completando todo el trazado y se espera terminar la fase de instalación completa en poco más de tres meses. A la vez se irán ejecutando distintos ajustes tanto en la electrónica como en la intensidad o la direccionalidad de los focos.
«Se trabaja atendiendo las sugerencias de los vecinos y conforme se van registrando consultas», ha explicado el el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, quien ha visitado la zona junto al presidente del distrito Casco Histórico, Armando Martínez. Allí, Serrano también ha recordado que «existe un periodo de adaptación» porque, como detallan los técnicos municipales, «hay cambio de percepción», ya que «la contaminación lumínica hacia el cielo se rebaja, eliminando la intrusión de luz que generaba molestias en las fachadas y en las viviendas de los vecinos, y toda la iluminación se concentra sobre la calle, donde se gana en profundidad visual».
Se trata de un proyecto que, como ha apuntado Serrano, «se integró dentro del Plan Especial de Zamoray-Pignatelli porque así lo demandaron los vecinos». Para Serrano, es «gratificante» poder «avanzar y ejecutar» un plan de iluminación que «estará a la vanguardia de las ciudades europeas, dado que trata aspectos nunca antes abordados en nuestra ciudad, tratando la iluminación pública exterior desde el punto de vista medioambiental y de la salud, pero además con una mejora en la seguridad, en la calidad de vida de los vecinos y en la mejora de la escena urbana de las calles del barrio». «Quiero recordar», ha continuado el consejero de Urbanismo, «que cuando llegamos al Gobierno no existía ningún plan, proyecto u hoja de ruta para intentar paliar la difícil situación que viven día a día los vecinos del entorno de Zamoray-Pignatelli», pero «este equipo de Gobierno está desarrollando el Plan Especial que estamos cumpliendo con eficacia».
En concreto, el Plan de Iluminación lleva a cabo la renovación completa de 596 luminarias por tecnología LED en alumbrado funcional y ambiental y se incluirán drivers inteligentes y con sistemas de regulación y telegestión.
Se mantendrán los soportes de las luminarias existentes, tanto brazos en fachada como columnas y se incluirá la renovación completa de la iluminación de la plaza de José María Forqué. Estas nuevas instalaciones permitirán un ahorro anual de energía del 77,5%, así como una reducción de forma significativa de las emisiones de CO2. «El consumo actual de las 596 luminarias de la zona es de 289.122,54 KW/h, lo que supone un coste anual de 40.477,16 euros», ha detallado el consejero de Urbanismo e Infraestructuras, y con el nuevo sistema se espera «consumir tan solo 65.054,06 Kwh con un coste de 9.107,57 euros».
Para aplicar todas estas medidas se realizó un pormenorizado «estudio con cálculos luminotécnicos en la zona para conocer cómo debe ser la renovación de luminarias de tipo funcional y ambiental», ha detallado Serrano, quien ha destacado también los estudios de iluminación arquitectónica y ornamental. Por ello, se reforzará la iluminación y el embellecimiento de la escena urbana, poniendo en valor el patrimonio histórico artístico del entorno. Entre otros, se está empleando este sistema para poner en valor las fachadas de los edificio 7-9 y 80 de la calle de Pignatelli, así como la del Museo del Fuego. Además, se potenciará la estatua de Palafox en la plaza de José María Forqué y el monumento a Agustina de Aragón y a las Heroínas de los Sitios, en la plaza del Portillo.
Hasta la fecha, las instalaciones de alumbrado exterior calles del entorno Zamoray-Pignatelli presentaban una baja eficiencia lumínica debido a la tecnología de luminarias y fuentes de luz empleadas, por lo que los niveles de iluminación (y uniformidades) en la mayoría de las calles son deficientes, tal y como como se desprendía del mapa lumínico realizado para analizar la situación. Y, sin embargo, «el consumo energético y gasto era importante para el servicio que estaban prestando, debido a la tipología de luminarias y la alta potencia instalada, habituales de las lámparas de descarga», rseñalaban los propios informes técnicos.
«Todas las luminarias van a contar con etiqueta energética A, lo que supone una alta eficiencia energética y bajo consumo», ha apuntado Víctor Serrano, quien ha recordado que «la mejor distribución de la luz con la que cuentan estas nuevas luminarias mejorará de manera considerable la profundidad y la calidad en la visión, y las uniformidades sobre las calles, mejorando el confort visual, la visibilidad axial y periférica, lo que redunda en mayor confort y seguridad».
En definitiva, el plan trata de regular la iluminación pública exterior, adecuarla a cada espacio, y todo ello haciendo compatibles los criterios de sostenibilidad medioambiental y eficiencia energética con las funciones de seguridad y mejora de la visión. «Los avances tecnológicos y la normativa regulatoria en un futuro marcan la contaminación lumínica como una de las deficiencias a combatir en las ciudades», ha explicado el consejero de Urbanismo. «La contaminación lumínica no sólo es la pérdida del paisaje nocturno y cielo estrellado, sino que existen numerosas repercusiones negativas a nivel energético, sobre la salud de las personas, el medioambiente y la biodiversidad nocturna, y que derivan, principalmente, en que la alternancia entre noche y día se ha establecido como una necesidad esencial en el funcionamiento de los ecosistemas», ha apuntado Serrano.