Judith Prat reflexiona sobre el esclavismo y su legado en el presente en la Casa de los Morlanes

La fotógrafa aragonesa traza un recorrido visual y geográfico de la historia del esclavismo en España en ‘Aquella niebla, este silencio’, que podrá verse hasta el 23 de noviembre. A través de sus imágenes retrata el dolor, la violencia, la resistencia y la supervivencia de sus protagonistas, en una muestra que forma parte del proyecto PHotoESPAÑA

El pasado esclavista de nuestro país es uno de los tabúes de nuestra historia. Sobre él reflexiona la fotógrafa aragonesa Judith Prat, que a través de 40 imágenes sigue sus huellas desde España a Cuba pasando por África, en la muestra ‘Aquella niebla, este silencio’. La exposición, que llega de la mano de PhotoESPAÑA, podrá verse en la sala de exposiciones de la Casa de los Morlanes hasta el próximo 23 de noviembre.

A través de sus imágenes, Judith Prat pone el foco en los esclavistas y destaca las historias de resistencia de las personas esclavizadas, en muchos casos lideradas por mujeres. Así, las imágenes nos llevan a lugares como el Fuerte Kongenstein, en Ada Foah (Ghana), que formaba parte de la red colonial de comercio humano. El lugar servía como almacén de personas esclavizadas, cercano al gran mercado de esclavos de esta localidad. También a las casas coloniales cubanas y sus ingenios, grandes plantaciones de caña de azúcar que fueron muy rentables a costa del trabajo esclavo. El trayecto acaba en España, donde se reinvertía el dinero obtenido en la industria y se utilizaba en construir grandes mansiones.

Los protagonistas de este retrato son quienes causaron la esclavización de miles de personas, como forma de intentar restituir la memoria de esta parte de nuestro pasado silenciado. Judith Prat pone el foco en algunos de los nombres propios de este comercio, como Pedro Blanco, uno de los mayores traficantes españoles de personas esclavizadas, quien estableció una red de factorías dedicada a la captura y venta de personas en Sierra Leona, o Jaume Badía, quien regresó a Barcelona en 1840 tras dedicarse al negocio de la trata de esclavos en Cuba y fue diputado cuatro legislaturas.

Aunque la exposición se centra en las historias de los culpables del comercio de esclavos, también recoge algunos ejemplos de resistencia de las personas esclavizadas. Así, incluye el monumento al esclavo rebelde en el que aparece Carlota, propiedad de la familia esclavista española Afonso-Soler, quien lideró una rebelión de 250 personas que arrasó varios ingenios y plantaciones cercanas, o los rituales de la Sociedad Secreta Abakuá, que sirvió para conectar con sus raíces a muchas personas arrancadas de ellas.

A través de archivos, retratos, paisajes y ruinas, la fotógrafa recupera una historia que permanece oculta ante la comodidad del olvido. La muestra tiene un recorrido no lineal, en el que se realiza una cartografía de dolor, violencia y supervivencia que cuestiona las construcciones sociales y económicas en el presente y se adentra en la huella del colonialismo en los lugares implicados. Un ejemplo son las imágenes sobre las ferias de indianos que todavía hoy se celebran en España y en las que rara vez se alude al pasado esclavista de muchos de ellos.

La exposición contará con visitas guiadas por la propia fotógrafa. Serán el 20 de septiembre a las 18 horas, el domingo 21 a las 12 horas, el 30 de octubre a las 18 horas y el domingo 16 de noviembre a las 12 horas. Las inscripciones se realizan desde la cuenta de Eventbrite de Zaragoza Exposiciones de manera gratuita.