Se ha constituido un grupo de trabajo junto a Agricultura para acordar y consensuar las medidas de actuación
El director general de Medio Natural, Caza y Pesca, Alfonso Calvo, ha mantenido hoy una reunión con los principales sindicatos agrarios (UAGA, ARAGA, UPA, ASAJA) y cooperativas agroalimentarias por los recientes ataques del oso pardo en el Pirineo. En el encuentro, al que también ha asistido la directora general de Calidad y Seguridad Alimentaria, Aitziber Lanzase, ha informado a estos colectivos sobre las acciones realizadas para compatibilizar la presencia de este animal protegido con la actividad ganadera, reforzando las medidas de apoyo al sector primario, y habilitando diferentes infraestructuras de prevención y protección. Además, se ha constituido una mesa de trabajo para acordar y consensuar las diferentes medidas cuya próxima reunión tendrá lugar en el mes de octubre.
En 2024 se han registrado un total de 20 ataques hasta la fecha, con un total de 28 ovejas muertas. Todos ellos en los Valles Occidentales, donde en estos momentos se ha detectado la presencia de tres ejemplares de oso pardo. Durante este año, el Gobierno de Aragón va a invertir 64.800 euros en la mejora de infraestructuras ganaderas en zonas de pastoreo, con la instalación de dos refugios para pastores en los puertos de Aguas y Estriviella, con un coste de 48.800 euros, y la próxima instalación de un vallado doble en el puerto de Segarra, que supondrá una inversión de 16.000 euros. También se realizará, previsiblemente en octubre, una quema controlada de matorrales para mejorar las zonas de pastos y se han optimizado las pistas de acceso a los puertos de pastoreo.
La dirección general ha mantenido asimismo reuniones en agosto de este año con las alcaldesas de Ansó, Hecho y Aragüés del Puerto, además de con los ganaderos afectados, que han permitido una mejor coordinación de las actuaciones.
Seguimiento intensivo
Desde mediados de los años 90, el Gobierno de Aragón realiza un seguimiento constante de la población de osos, tanto de los ejemplares locales como de aquellos introducidos por el proyecto francés de reintroducción iniciado en 1996. Para ello, una patrulla especializada de cinco vigilantes trabaja en los Valles Occidentales, Alta Ribagorza y Sobrarbe, empleando técnicas como el fototrampeo y el rastreo de indicios. Además, estas patrullas informan a los ganaderos sobre la presencia de osos y les asisten en la instalación de medidas de protección, como vallados y pastores eléctricos, así como en el uso de perros mastines.
El Departamento ha reforzado su apoyo tras cada ataque, colaborando con los ganaderos en la búsqueda de ovejas perdidas y reagrupación del ganado. Asimismo, los informes periciales elaborados tras cada incidente facilitan la tramitación de las solicitudes de indemnización.
Ayudas y compensaciones al sector ganadero
El Gobierno de Aragón continúa ofreciendo subvenciones anuales a las explotaciones ganaderas ubicadas en zonas de riesgo, reguladas por la Orden AGM/997/2022. Estas ayudas financian la adquisición de vallados eléctricos, perros mastines y ofrecen primas por cabeza de ganado para aquellas explotaciones que implementen medidas de protección adicionales.
Además, los ganaderos afectados pueden solicitar indemnizaciones conforme a la Orden de 31 de marzo de 2003. Las solicitudes son valoradas con un baremo oficial que contempla no solo el valor de las reses afectadas, sino también conceptos como el lucro cesante y el coste de trabajos adicionales.
Compromiso con la ganadería extensiva
El Gobierno de Aragón reitera su compromiso con la ganadería extensiva en el Pirineo, impulsando iniciativas que garanticen la protección del ganado y, al mismo tiempo, la conservación del oso pardo. Los esfuerzos continuarán con el diálogo abierto con el sector ganadero y la implementación de medidas preventivas y compensatorias adecuadas.
En España, el oso pardo está catalogado como «especie en peligro de extinción» y protegido bajo la legislación nacional a través de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Esta protección se refuerza a nivel europeo mediante la inclusión del oso en el Anexo II de la Directiva Hábitats de la Unión Europea, que obliga a los Estados miembros a adoptar medidas para su conservación, restauración de hábitats y gestión de amenazas. Estas normativas prohíben su caza, captura o cualquier acción que pueda poner en peligro su población, asegurando un entorno seguro para su desarrollo.
La reintroducción del oso pardo en el Pirineo comenzó en 1996 mediante la liberación de ejemplares procedentes de Eslovenia en el Pirineo francés, lo que ha supuesto la presencia de ejemplares en áreas montañosas en ambos lados de la frontera.