Este servicio, impulsado por la Dirección General de Familia, Infancia y Natalidad junto a la Fundación CSZ, prevé atender cada año sobre 750 casos en todo Aragón
Este lunes ha comenzado a funcionar en Teruel el servicio de orientación y atención psicológica a familiares de personas con adicciones y conductas de riesgo, un programa diseñado por la Dirección General de Familia, Infancia y Natalidad junto a la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza – Proyecto Hombre que también está disponible en Huesca y Zaragoza; en el caso de Teruel, el servicio lo prestan profesionales del Centro de Psicología Psicara.
Los encargados de explicar los objetivos del programa han sido la directora general de Familia, Infancia y Natalidad, Eva Fortea; el director gerente de la Fundación CSZ – Proyecto Hombre, Jesús Sánchez, y el psicólogo Javier Ibáñez, de Psicara, en una rueda de prensa que se ha desarrollado por la mañana en la Delegación Territorial del Gobieno de Aragón en Teruel.
Tal y como han expuesto, este servicio es fruto de un convenio de colaboración entre DGA y la Fundación CSZ por valor de 85.000 euros y tiene como objetivo proporcionar una asistencia cercana, integral y gratuita para las familias que conviven con jóvenes que presentan conductas conflictivas ligadas al abuso de drogas y otras adicciones.
Los profesionales que prestan esta atención acompañarán con sus intervenciones al entorno de menores y jóvenes con adicción, comportamientos de riesgo o conductas desadaptadas asociadas al consumo adictivo, ofreciéndoles recursos psicológicos, sociales y educativos que ayuden a mejorar las dinámicas de relación dentro de la unidad de convivencia.
Dentro de este servicio, que ha entrado en funcionamiento en Teruel esta semana y que ya opera en Huesca y Zaragoza, se plantea para cada caso una intervención familiar específica enfocada en la atención y recuperación de adolescentes en situación de riesgo o con conductas adictivas.
El proceso diagnóstico y terapéutico se aborda desde una visión sistémica de las relaciones familiares a través de una metodología flexible, capaz de integrar y asumir diferentes intervenciones, y teniendo en cuenta la diversidad de familias.
En un contexto en el que la edad media de inicio en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis está en torno a los 14 años, la familia juega un papel fundamental si se detecta el abuso de sustancias y es también un factor protector para evitar que las conductas de riesgo lleguen a ser patológicas.
Cuando la certeza de la adicción impacta en el ambiente familiar éste puede verse alterado y desestabilizado y por eso el Gobierno de Aragón ha querido articular un servicio gratuito para quienes se encuentran en esa situación y precisan de un apoyo especializado por parte de profesionales.
Entre los datos que han compartido esta mañana desde CSZ destaca la prevalencia del alcohol como la sustancia más consumida entre adolescentes y jóvenes: en torno al 80 % lo habrían hecho alguna vez en su vida y más de la mitad se ha emborrachado en alguna ocasión. Este hecho se corresponde con una baja percepción de riesgo de consumo de alcohol, con la facilidad para conseguir bebidas alcohólicas y una práctica extendida del botellón es una práctica extendida.
Tras el alcohol, las drogas más consumidas son el tabaco y el cannabis mientras el consumo de hipnosedantes continúa incrementándose cada año. Además, han destacado, están irrumpiendo con fuerza conductas cuasi adictivas relacionadas con los juegos de azar o el uso de dispositivos móviles.