La exposición forma parte del programa del Ayuntamiento de Zaragoza para este 8-M
La sala Juana Francés de la Casa de la Mujer se ha propuesto recuperar de la colección municipal obras de mujeres artistas que en su día no tuvieron el reconocimiento merecido y darles mayor visibilidad. Ya lo hizo con los fondos de las artistas de los años 50 y 60 y continúa ahora con las autoras sucesivas en una nueva exposición, inaugurada con motivo del Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo. Con el título ‘Los 70 son nuestros y los 80 también’, la exposición reúne el trabajo de catorce artistas zaragozanas realizado a lo largo de dos décadas siguiendo el hilo argumental y temporal de la muestra ‘Ellas estaban ahí’ que, en 2022 y en el mismo espacio, recuperó la obra de mujeres de las décadas anteriores.
La muestra que se podrá ver hasta el 7 de septiembre ha sido inaugurada por la directora de la Casa de la Mujer, Ana Gaspar, junto a la comisaria Desirée Orús, como parte de la programación preparada por el Ayuntamiento para el Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo y que incluye… A la presentación han asistido también algunas de las artistas, quienes han mostrado su apoyo a esta iniciativa del Ayuntamiento de su ciudad.
En esta exposición confluyen artistas de dos generaciones distintas. Por un lado, aquellas que mantienen en los años 70 una pintura más tradicional como es el caso de María Ángeles Cañada, Carmen Faci, Pilar Nicolás Vadillo, Llanos Guerra o María Antonia Orús Sacacia, junto a otras que en esta década iniciaban un lenguaje más personal como es el caso de Iris Lázaro, Ana Aragües o Maribel Lorén Ros. La década de los ochenta, en cambio, trae una nueva generación de artistas jóvenes que empiezan su carrera profesional y que muestran un lenguaje renovado, apropiado a los nuevos tiempos con planteamientos pictóricos más arriesgados, como es el caso de Carmen Pérez Ramírez, Rayo de Luna, Alicia Vela, Pilar Viviente, Ana Isabel Gandú y en el grabado Cristina Gil Imaz.
Historia de los certámenes del Ayuntamiento
Los años 70 fueron un momento en el que se empezó a percibir una necesidad de cambio que también tuvo su repercusión en el mundo de la cultura. El Ayuntamiento de Zaragoza continuó su programa expositivo y desde mediados de la década volvió a organizar nuevos certámenes para sustituir a las bienales.
Los más reconocidos son los distintos salones celebrados en otoño e instalados en La Lonja. En 1976 se inauguró el Salón de Pintura y Escultura; en 1977 el Salón de Artistas aragoneses y, en 1978 y 1979 el Salón de Pintura y Escultura, nuevamente. Además, siguen desarrollándose los premios de pintura al aire libre que tan buena acogida habían tenido la década anterior, donde las mujeres continúan llevándose galardones.
Entre los hitos destacados, se encuentra el primer Premio de Iniciación a la Pintura Mariano Barbasán, organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza para la pintora Iris Lázaro en 1974, por su obra Gente. Cinco años después consiguió otro reconocimiento, en este caso el Premio San Jorge de Pintura en 1979, convirtiéndose en la primera mujer en obtenerlo.
Los 80. Un tiempo de nuevas perspectivas
En los 80 el arte abandona la preocupación por las vanguardias y el componente político y se vuelve mucho más personal. En 1986 el Ayuntamiento de Zaragoza acuerda en pleno que la concejalía de Acción Cultural ejecute dentro del denominado Plan Joven, la adquisición de obras.
Esta iniciativa completó la colección del patrimonio artístico municipal y apoyó a una generación de artistas que no sobrepasaban los 35 años. Algunas de las obras incluidas en esta exposición corresponden a este momento que fueron expuestas en la muestra titulada «Adquisiciones» en el Espacio Pignatelli en 1989.
«En esta exposición se pone de manifiesto la transformación de un país a través de los ojos de sus artistas. Mujeres que supieron seguir su vocación, se formaron para ello y afrontaron un tiempo de cambio e incertidumbre. A las que siguieron las más jóvenes que tuvieron la oportunidad de renovar la plástica con lenguajes que estaban fuera del corsé marcado por las reglas del pasado reciente», ha destacado Orús.