La obra ‘La Inmaculada de El Escorial’, de Bartolomé Esteban Murillo, podrá verse en Huesca entre el 28 de octubre y el 23 de noviembre
El Museo de Huesca participa en el programa ‘El arte que conecta’, que promueve el Museo Nacional del Prado, con el patrocinio de Telefónica. El proyecto permitirá que miles de personas de fuera de Madrid puedan contemplar algunas de las obras maestras de la pintura que forman parte de las colecciones del museo. En el caso de Huesca, se podrá ver la obra ‘La Inmaculada de El Escorial’, de Bartolomé Esteban Murillo.
En este programa, que se ha presentado este miércoles en la sede del Prado, en Madrid, cuadros de Velázquez, Rubens, Goya, Ribera o Murillo podrán contemplarse en 18 instituciones españolas, invitando de este modo a sus ciudadanos a contemplarlos, disfrutarlos y sentirlos como parte de su región.
En esta ocasión, el Museo de Huesca ha sido el elegido en la comunidad autónoma de Aragón para participar en el programa. Esta institución recibirá entre el 28 de octubre y el 23 de noviembre de este año una obra emblemática de las colecciones del museo madrileño, ‘La Inmaculada de El Escorial’, óleo sobre lienzo de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) de hacia 1665.
Además, la pinacoteca oscense también es una de las instituciones que forman parte del programa ‘El Prado Extendido’, un ambicioso proyecto que nace con el objetivo de proyectar la colección del Museo del Prado en el contexto nacional, apostando por la gestión de sus depósitos, fomentando de este modo la presencia, visibilidad y acceso de la colección del Museo del Prado a todo el territorio español, favoreciendo su conocimiento y difusión.
El Museo de Huesca, institución de titularidad estatal y gestión autonómica, fundado en 1873, alberga desde el año 1879 varias pinturas procedentes del Museo de la Trinidad, institución desaparecida en el año 1872 y cuyas colecciones pasaron a formar parte de los fondos del actual Museo del Prado. Desde ese momento, varias de sus obras fueron depositadas en diversas instituciones, como es el caso del museo oscense.
Esta estrecha relación entre la institución oscense con el Museo Nacional del Prado continúa hasta la actualidad, con la exposición de algunas de las obras del museo madrileño en la sala 6, que muestra pinturas religiosas de gran formato del siglo XVII.