Los dos individuos entraron en local y agredieron de forma brutal hasta en tres ocasiones a la víctima, que tuvo que ser atendida en un centro hospitalario por sus graves heridas
El pasado lunes 3 de junio, agentes de la Policía Nacional detuvieron a dos hermanos, de 35 y 22 años, como presuntos responsables de un delito de lesiones y robo con violencia. Además, al hermano menor se le imputó un delito de receptación.
La investigación fue llevada a cabo por el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Centro, tras la denuncia de un hombre que afirmó haber sido víctima de una violenta agresión por parte de dos individuos mientras tomaba una consumición en un bar del centro de la ciudad.
La víctima relató que el incidente ocurrió a las 23:30 horas del pasado 17 de mayo. Mientras se encontraba en la barra del bar, un grupo de cuatro varones entró al establecimiento, dos de los cuales se acercaron a él y comenzaron una conversación que rápidamente se tornó violenta. En un momento dado, ambos individuos empezaron a golpearlo con puñetazos, haciéndolo caer al suelo, donde continuaron agrediéndolo con patadas y pisotones. Uno de los agresores le golpeó fuertemente en la cabeza con un bastón antes de abandonar el local.
Apenas cinco minutos después, los dos agresores regresaron al bar y, sin mediar palabra, reanudaron la golpiza, dejando a la víctima malherida en el suelo. Testigos en el bar intervinieron y separaron a los agresores, quienes abandonaron nuevamente el lugar.
Sorprendentemente, los presuntos autores regresaron por tercera vez en menos de dos minutos, iniciando una agresión aún más violenta que las anteriores. La víctima quedó gravemente herida y sangrando profusamente.
La brutal agresión dejó a la víctima con 29 puntos de sutura en varias partes del cuerpo, múltiples fracturas óseas, hematomas graves y la pérdida de varias piezas dentales. Además, la víctima denunció que durante las agresiones, los agresores le robaron 100 euros de su cartera.
Los investigadores verificaron los hechos mediante las grabaciones de las cámaras de videovigilancia del bar, lo que permitió identificar y detener a los dos presuntos responsables.
En el momento de la detención, al hermano menor se le incautó un teléfono móvil valorado en 700 euros, el cual había sido denunciado como robado.
Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia, que tras tomarles declaración, decretó su puesta en libertad con cargos.