
Las obras, que se concentrarán en la planta calle, buscan flexibilizar el espacio expositivo existente para dotarlo de mayor versatilidad y poder resaltar el valor arquitectónico y patrimonial del inmueble
La actuación implica una nueva distribución de los servicios básicos interiores y de mejoras en la accesibilidad al inmueble, que volverá a tener su acceso principal como en su origen por la calle Don Jaime
El proyecto quiere recuperar la imagen original de La Lonja y permitir al visitante descubrir la importancia del edificio a la vez que disfruta de las exposiciones
El Gobierno de Zaragoza va a sacar a información pública el proyecto básico de acondicionamiento de la Sala Hipóstila de La Lonja, cuyo presupuesto total asciende a 2.550.000 euros (IVA includio), y se remitirá a la Comisión Provincial de Patrimonio del Gobierno de Aragón para poder iniciar el proceso de licitación a mitad de de este año e iniciar los trabajos en 2026.
Así lo ha detallado esta mañana la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, quien ha especificado que «el alcance de la actuación no tiene afección sobre el sistema estructural del edificio y solo consiste en una adecuación interior y puesta a punto de las instalaciones existentes, así como las mejoras en los servicios y suministros internos del edificio y en la accesibilidad».
El propósito del proyecto, que sólo actúa en la planta calle, es «transformar los espacios interiores en un único espacio flexible que se pueda compartimentar según las necesidades expositivas de cada momento concreto y que permita disfrutar del edificio, que es patrimonio histórico, artístico y cultural de nuestra ciudad, pero que en la actualidad no puede admirarse en todo su esplendor dado que los módulos de instalaciones están conformados por una estructura metálica que se ancla directamente sobre la losa de cimentación, doblemente armada, que se llevó a cabo en una intervención en los años 80». Además, se recuperará la puerta de la calle de Don Jaime como acceso principal el original del edificio.
El inmueble se ajustará a los avances técnicos y tecnológicos necesarios para adquirir el mayor grado de flexibilidad posible. El edificio continuará siendo sala de exposiciones, pero sus paneles serán más bajos y movibles, y los servicios básicos (recepción, salas técnicas, aseos y vestuario del personal, y zona de almacenamiento) se renovarán con una redistribución. Además, se aprovecha para cambiar algunas redes de servicios, que están viejas y obsoletas y ya han dado síntomas de esta degradación. En noviembre de 2020, por ejemplo, una pequeña rotura en la tubería que da suministro a una boca de incendio equipada (BIE), que es fundamental en el equipamiento contra incendios y que está conectada a la red de abastecimiento de agua, obligó a cerrar el edificio durante casi tres meses.
En definitiva, la actuación en el edificio de la Lonja tiene un doble objetivo. Por un lado, se busca poner en valor el edificio original, recuperando parte de la esencia del palacio renacentista del siglo XVI y dando a conocer la monumentalidad del inmueble. Por otro lado, el proyecto se centra en mejorar la dotación actual de museo para ofrecer una versatilidad y flexibilidad tan necesaria en un espacio de estas características.
UN INTERIOR VERSÁTIL
De esta forma, el interior del edificio se propone con un cambio de distribución al actual. Habrá cuatro volúmenes en las esquinas interiores que se componen a modo de «cajas exentas», que no tocan las columnas de piedra ni la envolvente existente, con el objetivo de liberar el espacio central del edificio y agrupar los usos internos organizativos dentro de estos elementos.
Para poner en valor la monumentalidad del edificio se actúa sobre la altura de los nuevos elementos interiores (cajas de usos auxiliares y el panelado expositivo), porque se quiere dar visibilidad a los capiteles anidados que se encuentran en las columnas. Para ello, se establece un umbral por debajo de la altura de los capiteles de las columnas: 2,90 metros, sobre el cual no habrá ninguna construcción dentro del espacio abovedado. Toda la actuación gira en torno a este umbral, lo que contribuirá a una mejora en la percepción y comprensión del espacio interior para el visitante.
Se trata de compatibilizar y buscar un equilibrio entre la mejora en la experiencia y puesta en valor del espacio arquitectónico interior y la percepción y visualización de los contenidos expositivos.
El soporte de las exposiciones se plantea como módulos autoportantes conformados por una subestructura metálica interior y forrados con un panelado de madera. La dimensión de los módulos expositivos será de 60x120x280, sin superar el umbral de altura marcado de aproximadamente 2,90 metros de altura. Para su nivelación, los módulos tendrán un sistema regulable de patas que posteriormente se cubrirán con un rodapié blanco. Estos módulos expositivos serán accesibles desde uno de sus laterales, para poder trabajar desde el interior donde estará la dotación de instalaciones.
Los módulos dispondrán de una bandeja interior como soporte de las instalaciones para ofrecerla mayor flexibilidad de cara a las exposiciones. El objetivo de implementar un sistema de este tipo es dotar al área expositiva de una mayor flexibilidad, ya que los módulos podrán distribuirse libremente respondiendo a las necesidades particulares de cada exposición. Todos los módulos serán desmontables y se podrán almacenar en los espacios dedicados a este fin, en el caso de que no se utilicen en la exposición.
Para garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones sin tener afección sobre la envolvente protegida, se propone integrar un sistema de solera tecnificada en el espesor del suelo existente. Para ello se desmontará el pavimento actual para implementar un nuevo sistema de canales ocultas integrados en los 20cm disponibles de suelo hasta la solera de hormigón. Toda la distribución de las instalaciones eléctricas, de telecomunicaciones, así como el sistema de protección contra incendios se realizará por estas canales que dispondrán de una red de nodos de conexión en los cruces entre ellas.
Desde este sistema se alimentarán los elementos terminales a integrar en los módulos expositivos, buscando la máxima flexibilidad posible. Se dispondrá una disposición inicial de nodos electrificados que permiten comenzar con la actividad expositiva, que se podrá complementar con una ampliación de la dotación de estos.
Se ha estudiado la ubicación de los cuartos técnicos en función de uso y de las necesidades del proyecto, con el objeto de que el conjunto del edificio funcione de igual manera. El proyecto contempla también la integración de las instalaciones de climatización, ventilación y electricidad, así como el sistema de detracción de incendios para bajar el dispositivo de control a la planta baja y así mejorar sus condiciones de mantenimiento.
EL ACCESO ORIGINAL
Por otro lado, el proyecto plantea un cambio de jerarquía en las puertas de acceso, recuperando el valor histórico de la entrada principal que se situaba en la calle de Don Jaime. Para ello se ubica un cortavientos acristalado en el espacio existente entre la puerta existente y las dos cajas de usos auxiliares situadas paralelas a esta fachada. El puesto de recepción se integra en una de las cajas, de manera que se genera una zona de acceso previa (espacio entre cajas) a la zona expositiva.
Complementariamente, se plantea que en ocasiones puntuales se podrá habilitar el acceso al edificio desde la plaza del Pilar, cuando un evento así lo requiera. Estas puertas se acondicionarán para adecuarlas a la normativa vigente de accesibilidad, por lo que se retirará la estructura de rampa y escaleras y se adaptará el acceso sin ser tan invasivo.
La puerta central de la fachada Este (calle de Don Jaime) se desmontará, para sustituirla por una puerta nueva que permita cumplir la normativa de accesibilidad y acceder a la Lonja sin tener ningún escalón o resalte. Los materiales empleados tienen en cuenta los tonos actuales y la estética del edificio. Se propone utilizar materiales metálicos, como son el zinc y acero corten. Además, se suprimirán los escalones de acceso sustituyéndolos por una rampa, en cumplimiento de la normativa de accesibilidad vigente.