Zaragoza registra la tasa de personas sin hogar más baja de las grandes ciudades españolas

La consejera de Políticas Sociales, Marian Orós, ha anunciado hoy que el Albergue Municipal contará a partir de 2025 con un psiquiatra. AYTO. ZGZ.

El censo realizado por el Ayuntamiento en noviembre identificó a 166 personas que viven en calles y plazas de la ciudad

Un reciente censo realizado por el Ayuntamiento de Zaragoza ha arrojado resultados alentadores en la lucha contra el sinhogarismo en la ciudad. Según el informe, Zaragoza registra una de las tasas de sinhogarismo más bajas entre las grandes ciudades españolas, con solo 166 personas identificadas viviendo en las calles y plazas, lo que representa una tasa del 0,24 personas por cada 1.000 habitantes, menos de la mitad que la media nacional.

El censo, llevado a cabo el pasado mes de noviembre, reveló que el 87% de las personas sin hogar identificadas eran hombres y el 13% mujeres. Además, el 60% de los hombres y el 89% de las mujeres eran de origen extranjero. Estos datos proporcionan una visión detallada de la situación y las necesidades de este colectivo en la ciudad.

El Ayuntamiento de Zaragoza está respondiendo activamente a esta problemática mediante la elaboración del segundo Plan de Primera Oportunidad, que se centrará en alternativas habitacionales, búsqueda de empleo y salud mental. Como parte de estas medidas, se anunció que el Albergue Municipal contará con un psiquiatra a partir de 2025, reforzando así los servicios de atención integral que se ofrecen.

Además, se destacó la importancia de la reforma histórica del Albergue Municipal, que está en curso con una inversión de 4,3 millones de euros, así como la elaboración de un nuevo Reglamento para adaptarse a las necesidades actuales de la sociedad y garantizar una atención más completa y humana a las personas sin hogar.

El nuevo Reglamento, actualmente en periodo de exposición pública, introduce cambios significativos, como la eliminación de las limitaciones temporales de estancia en el centro, permitiendo que el equipo de intervención social decida el tiempo necesario para cada persona en función de sus necesidades individuales.