Más de 800 participantes provienen de fuera de la ciudad, lo que generará un impacto en el sector hostelero y turístico
Este domingo 17 de marzo, Zaragoza recibirá la vuelta de la Media Maratón, con más de 3.000 corredores listos para tomar las calles de la ciudad. La carrera, que comenzará a las 8:45 desde el Paseo de Echegaray y Caballero y finalizará en la emblemática Plaza del Pilar, prevé que los primeros atletas crucen la línea de meta alrededor de las 9:50. Sin embargo, los corredores tendrán hasta las 11:15 para completar el recorrido.
Este evento deportivo no solo pondrá a Zaragoza en el centro de atención, sino que también atraerá a más de 800 deportistas de fuera de la ciudad, representando aproximadamente una cuarta parte del total. Esta participación diversa promete un impacto económico significativo para la ciudad, especialmente en servicios como la hostelería y el turismo. Cada participante, de media, suele estar acompañado de dos o tres personas.
El Cuerpo Municipal del Voluntariado por Zaragoza jugará un papel fundamental en el desarrollo de la carrera, con 90 personas dedicadas a diferentes funciones, desde la salida hasta la línea de meta, proporcionando servicios como guardarropa y avituallamiento para los corredores en varios puntos del recorrido.
Todos los participantes recibirán una camiseta conmemorativa y un dorsal, y aquellos que completen el recorrido recibirán una medalla. Los dorsales se podrán recoger en el Palacio de Deportes el sábado 16, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas.
Entre los favoritos para la victoria se encuentran Alberto Puyuelo, Mikel García Escocia y Edwart Ríos, quienes han destacado en eventos anteriores. En la categoría femenina, figuran nombres como Lorena Plano, Beatriz Martínez y Alicia Pérez, demostrando el impulso del deporte entre las mujeres.
El recorrido detallado abarcará puntos icónicos de la ciudad, desde la ribera del Ebro hasta la emblemática Plaza del Pilar, pasando por lugares como el Mercado Central y la Plaza de España. Esta edición eliminará el paso por el puente de la Z-30 y las dos subidas por San Vicente de Paúl, ofreciendo una experiencia única para los corredores y espectadores por igual.