La Dirección General de Patrimonio Cultural ha invertido 20.000 euros en la recuperación de esta obra
El Museo de Arte Sacro de Teruel luce ya restaurada la tabla de la Intercesión de la Virgen María ante la Santísima Trinidad. La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Gloria Pérez, el vicario general de la Diócesis de Teruel y Albarracín, Alfonso Belenguer, el delegado de Patrimonio de la Diócesis, Pedro Hernando, y la restauradora Covadonga Menéndez, acompañados por la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, entre otras autoridades, han presentado este viernes la tabla restaurada en el museo, donde a partir de ahora se podrá contemplar esta excepcional obra recuperada.
La directora general de Patrimonio Cultural, Gloria Pérez, ha destacado que la tabla es una “magnífica” obra y el resultado de su restauración es “de una gran belleza”. Ha defendido, asimismo, que los bienes muebles son “un valor añadido para Aragón” y deben conservarse y protegerse para que los aragoneses “los puedan descubrir y disfrutar”.
La restauradora Covadonga Menéndez ha coincidido en resaltar que la obra “es de una calidad increíble” y ha indicado que “no dudamos en ningún momento que es una tabla flamenca”. “Ha sido un gusto poder realizar esta restauración”, ha manifestado, para detallar que han sido tres meses “largos” de trabajo con esta obra.
Tras el cierre del Convento de las Madres Carmelitas Descalzas de San José y Santa Teresa en Teruel y el traslado de la comunidad de religiosas que lo habitaba desde su fundación en el siglo XVII a otro convento de la misma Orden fuera de Aragón, “las propietarias tuvieron la idea muy acertada de donar las obras muebles que atesoraba el cenobio turolense al Obispado de Teruel y Albarracín”, ha apuntado Gloria Pérez.
Entre las obras donadas, que fueron depositadas en el Museo de Arte Sacro de Teruel, “está la magnífica tabla”, una pintura al óleo sobre tabla de 104 centímetros de alto por 79,6 de ancho y 2,2 centímetros de grosor, enmarcada, que representa la escena de la Intercesión de la Virgen María ante la Santísima Trinidad o la Exaltación de la Virgen María.
Gloria Pérez ha destacado que se trata de una tabla “de una calidad técnica excepcional” que representa a la Virgen María arrodillada y en actitud suplicante, intercediendo por la salvación de las almas, ante un Dios Padre entronizado y acompañado por su Hijo Jesucristo y la paloma del Espíritu Santo.
Las almas de los pecadores aparecen representadas como niños con túnicas blancas agrupados en sucesivos planos y precedidos de un numeroso grupo de ángeles con coloridos ropajes. La composición se completa con un rompimiento de nubes en la parte izquierda y se protege con un marco que parece ser original de la época (finales del siglo XV-comienzos del siglo XVI).
Precisamente las huellas de bisagras conservadas en el marco parecen indicar que bien desde su origen o bien desde un momento muy temprano esta tabla era la escena central de un tríptico con laterales abatibles.
CURIOSA INSCRIPCIÓN
En su parte posterior la tabla conserva una curiosa inscripción que dice lo siguiente: “Este cuadro de la Santísima Trinidad es de mucha valía. El año 1942 lo tasaron en 200.000 pesetas por tanto hay que cuidarlo mucho. Una indigna carmelita descalza de Teruel”. “Esta frase nos indica que la obra tenía una gran importancia”, ha apuntado la directora general.
Lamentablemente no se conserva ningún tipo de documentación sobre esta tabla que permita conocer su procedencia, aunque lo más probable es fuera una donación de alguna de las religiosas que profesaron en el convento.
Diversos aspectos formales de esta pintura como el magistral uso de la técnica de la veladura, la riqueza de las texturas y los colores o el aspecto melancólico de los rostros de las figuras han motivado que la doctora María del Carmen Lacarra Ducay haya atribuido su autoría a Michel Sittow, pintor de origen báltico (Tallin, 1468/9-1525/6) y formación flamenca que llegó a ser pintor de cámara de Isabel la Católica y del que se conserva muy poca obra documentada, entre la que se encuentra obra de temática religiosa y algunos retratos.
La directora general de Patrimonio Cultural, Gloria Pérez, en la presentación de la tabla este viernes en el Museo de Arte Sacro de Teruel.
CALIDAD Y BELLEZA
En cualquier caso y al margen de posibles atribuciones, “la calidad y belleza de esta magnífica tabla son innegables”, ha incidido Gloria Pérez. Por ello, se solicitó al Ministerio de Cultura y Deporte la realización de una serie de estudios científico-técnicos de la obra, que fueron llevados a cabo en la sede de la Subdirección General del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en Madrid en 2022 y que han permitido tener un amplio conocimiento de esta obra antes de su intervención.
De estos estudios se desprende que la tabla está constituida por tres tableros en madera de roble de diferentes dimensiones, ensamblados, sobre los que se aplicó una preparación en dos capas con carbonato cálcico (creta) en su composición. Asimismo, se ha detectado dibujo preparatorio subyacente aplicado en seco, de forma previa a la capa pictórica, sólo visible en zonas concretas y se han identificado varios arrepentimientos o modificaciones de diseño.
La técnica pictórica empleada en la obra es el óleo de aceite de lino, que permite pintar mediante superposición de veladuras. Como pigmentos se identificaron azurita, blanco de plomo, bermellón de cinabrio, amarillo de plomo y estaño, laca roja, negro de huesos y verdigris, todos ellos correspondientes con la época de atribución de la obra. También se ha utilizado pan de oro al mixtión en zonas concretas como aureolas y motivos decorativos de los ropajes.
ESTADO DE CONSERVACIÓN
El estado de conservación de la tabla en el momento de inicio de la restauración presentaba las alteraciones propias del envejecimiento natural de sus materiales constituyentes, suciedad concrecionada y oscurecimiento de los barnices. Además, presentaba otras alteraciones relacionadas con intervenciones de reparación de daños, limpiezas heterogéneas, excesivas y puntuales, repintes, redorados, patinados y rebarnizados sobre la policromía original, que significaban intentos de restauración en el pasado, algunos muy burdos y llamativos. Por otra parte, el debilitamiento del travesaño superior del marco había favorecido el desencolado de los paneles y la pérdida puntual de policromía, cuyo intento de subsanación había derivado en la degradación de la imagen global de la obra.
Partiendo de estos antecedentes, en 2022 desde la Dirección General de Patrimonio Cultural se encargó a la conservadora-restauradora de bienes culturales Covadonga Menéndez Zapata la redacción de un proyecto de restauración de la tabla, que teniendo en cuenta los estudios previos y test realizados en el Instituto de Patrimonio Cultural Español (IPCE), describiera el bien, así como las intervenciones extemporáneas detectadas, realizara un diagnóstico de su estado de conservación y, una vez realizados los test previos de limpieza y consolidación, planteara los criterios de intervención y una propuesta de actuación ajustada a los materiales constitutivos y patologías concretas.
Son las actuaciones contenidas en este proyecto las que han sido objeto de esta intervención, ejecutada también por la restauradora Covadonga Menéndez por un importe global de 20.000 euros (IVA incluido), entre mayo y septiembre de 2023.
La obra y el proceso de restauraciónDebido a la necesidad de llevar a cabo la restauración de esta obra con todas las garantías de seguridad, se decidió trasladarla, previamente embalada por la empresa especializada en transporte de obras de arte Enmarcaciones Robert S.L., al taller de restauración del Museo de Zaragoza, gracias a la habitual colaboración con la Dirección General de Cultura.
INTERVENCIÓN EN LA OBRA
La intervención, que ha sido supervisada por los técnicos del Servicio de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural, se ha centrado en la recuperación y conservación del conjunto, formado por soporte, estrato pictórico y marco.
El proceso ha consistido en la limpieza mecánica superficial del anverso y reverso de la tabla. A continuación, se ha procedido a la fijación de las tablas desencoladas para lo que previamente se ha tenido que reforzar la función de sujeción del marco.
La limpieza físico-química más profunda de los barnices, policromías y dorados de la totalidad de la tabla ha priorizado sistemas acuosos o emulsiones gelificadas, y se ha procedido a la eliminación o, en su caso, rebajado de repintes. Esta limpieza se ha ido combinando con la consolidación y fijación puntual de las policromías en mal estado de conservación, consiguiendo así la estabilización de la totalidad del estrato pictórico.
Previa aplicación de un estrato de intervención, se ha procedido a la reintegración volumétrica de pequeñas pérdidas y lagunas de mayor entidad con técnicas tradicionales y a la reintegración cromática posterior de estas lagunas y pequeñas pérdidas de color, que se ha ejecutado con técnicas discernibles y reversibles. La intervención ha finalizado con un barnizado final de protección.
Todas estas actuaciones de restauración han llevado aparejada una importante labor de documentación gráfica y fotográfica del estado inicial, los diferentes procesos y tratamientos de conservación-restauración aplicados y del estado final de la obra, que junto con diversos estudios materiales y pruebas se han plasmado en una memoria final de los trabajos, que ha incluido también un plan de mantenimiento y conservación preventiva de la tabla para el futuro.