El presidente aragonés se ha reunido con el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Carlos Arrazola
El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, se ha reunido este viernes con el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Carlos Arrazola, a quien ha trasladado las demandas de la comunidad autónoma en materia de regadíos y obras hidráulicas, así como la preocupación ante las peticiones de trasvase del Ebro, al que el Ejecutivo autonómico se opone frontalmente. «La postura del Gobierno de Aragón es cristalina: no al trasvase del Ebro. No es justo ni sensato que se haga un trasvase del Ebro», ha señalado en la comparecencia posterior ante los medios de comunicación.
En el encuentro, que ha tenido lugar en el edificio Pignatelli, y en el que también ha participado el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, Azcón ha mostrado su inquietud por la situación de sequía que afecta desde hace meses al territorio, un asunto que espera abordar pronto con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a quien ha solicitado por carta una reunión urgente.
El presidente Azcón ha manifestado a Arrazola la firme oposición del Gobierno de Aragón a cualquier trasvase de agua fuera de la cuenca hidrográfica y la necesidad de avanzar en mejoras tecnológicas para afrontar de forma más eficaz los déficits hídricos estructurales. También ha expresado la necesidad de impulsar con mayor agilidad las obras hidráulicas pendientes.
«Los retos actuales en materia hídrica son evidentes. En estos momentos, los agricultores y ganaderos aragoneses se enfrentan a una gran sequía que está poniendo en jaque sus explotaciones y, como consecuencia, destruyendo trabajo en el sector primario y encareciendo los alimentos que llenan nuestras despensas. La sequía ha reducido nuestras cosechas al menos en un 50% en el último año y ha provocado pérdidas de cerca de 1.500 millones de euros en Aragón», ha lamentado.
A juicio del jefe del Ejecutivo autonómico, «esta terrible sequía demuestra que en Aragón no sobra agua y que, además, necesitamos gestionar con más eficacia la que tenemos. Es la única forma de garantizar el agua para el sector primario y para poder crear miles de nuevas hectáreas de regadío».
«Para ello, es necesario que el Gobierno de la nación acometa las obras hidráulicas pendientes. Se trata de una demanda histórica de nuestros regantes y un vector evidente de desarrollo para Aragón. En la actualidad, avanzan las obras en Almudévar, Mularroya, Santolea y Yesa, aunque con retraso. No es suficiente. Necesitamos recuperar también el proyecto de Biscarrués para aumentar la regulación del río Gállego», ha razonado.
Además, ha añadido, «el último plan hidrológico de la cuenca del Ebro, impulsado por el Gobierno de la nación, eliminó una treintena de obras de regulación del caudal que sí estaban contempladas en el plan anterior. La construcción de esos pequeños embalses permitiría almacenar más agua en los años hidrológicos buenos y afrontar sequías tan duras como la actual».
Azcón ha reiterado la postura contraria del Gobierno de Aragón al trasvase del Ebro y ha pedido a todos los actores políticos que se posicionen, incluido el Gobierno de España a través de la figura de su portavoz.