Las primeras actuaciones conllevarán la limpieza de basura del cauce, la creación de un tanque de tormentas en los antiguos viveros Sopesens, la renovación de colectores en la margen derecha, los trabajos de estabilidad y seguridad de los muros, y la apertura de accesos para los trabajos
El Ayuntamiento de Zaragoza comienza la andadura del proyecto de mejora de la biodiversidad y regeneración paisajística e hidromorfológica del río Huerva a su paso por la capital. El proyecto de la primera fase de ejecución saldrá en próximos días a exposición pública, tanto por los canales municipales como por los de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Su valoración alcanza los 7.876.687,20 euros con IVA que se dividiría en dos lotes (uno de unos 5 millones y otro de 1,5 millones de euros aprox., ambos sin IVA) y un plazo de ejecución estimado en unos 7 meses.
El alcance de la primera fase comprenderá la ejecución de un tanque de tormentas, la renovación de los colectores de saneamiento en varios tramos de la margen derecha, las actuaciones necesarias para garantizar la seguridad y estabilidad de los muros, la habilitación de los accesos de obra y el saneamiento y recuperación de la ribera eliminando las especies invasoras. Todo ello abarca unos 2,5 km de cauce fluvial, formado por 3 tramos descubiertos, el primero entre Puente Blasco del Cacho y el Puente Emperador Augusto, el segundo entre el Puente Emperador Augusto y el cubrimiento del río en Gran Vía y el tercero entre el puente de la calle de Miguel Servet y la desembocadura en el Ebro.
Las actuaciones, que se realizarán de manera simultánea y progresiva, abarcarán una superficie en proyección horizontal de unos 80.000 m2 del tramo del río Huerva: unos 800 metros de extensión longitudinal en el primer tramo, 400 m de longitud el segundo; y unos 1300 metros en el tercero.
La obra proyecta licitar 2 lotes de ejecución, cuyo alcance coincide respectivamente con el de las dos convocatorias de la Fundación Biodiversidad dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea a través de los Fondos NextGeneration, para cuyo desarrollo se han obtenido en sendas subvenciones de cerca de 5 millones de euros. A ello hay que sumar las aportaciones de hasta 20 millones de euros que el Gobierno de Aragón se comprometió a invertir dentro de los acuerdos de la Comisión Bilateral con el Ayuntamiento de Zaragoza.
LIMPIEZA, ACCESOS, MUROS Y TANQUE DE TORMENTAS
Por tanto, las primeras acciones serán las recogidas en el proyecto de la fase 1 y que comenzarán con los trabajos de limpieza de basuras y de elementos de la acción humana y otros enseres que llegan al cauce del río. A ello le proseguirá la retirada del mobiliario urbano e instalaciones existentes en el ámbito de actuación como barandillas, bancos, papeleras, juegos infantiles, aparcabicicletas, etc, que se acopiarán adecuadamente para su posterior reutilización en la Fase 2 de la obra.
A partir de ahí llegarán la eliminación de las cimentaciones de este tipo de mobiliario, así como los posibles pavimentos de hormigón, con adoquines o baldosas; algunos muros de ladrillo o petos de piedra detectados; y la solera de los antiguos viveros Sopesens.
Todo ello se compatibilizará con la apertura de los accesos para los equipos de trabajo, dado el encajonamiento del río y su compleja situación. Se realizarán en cinco puntos y se han dimensionado teniendo en cuenta criterios técnicos del órgano de cuenca, así como aspectos medioambientales. Esas entradas estarán en la calle de Manuel Lasala junto al parque; en la calle de Marina Española, por la antigua entrada a los viveros; en la rampa existente en la calle de Martín Ruizanglada; desde la calle de Catalina Salazar; y en la zona entre la calle de Miguel Servet y la desembocadura se aprovecharán los andadores existentes en la actualidad.
Tras las calicatas previas, los ensayos y los sondeos geotécnicos, se emprenderá una fase de refuerzo y seguridad sobre los muros y estructuras de contención necesarios para la ampliación localizada de las plataformas de los viales y la contención de los taludes donde se apoyarán los caminos y sendas previstos en el futuro diseño a ejecutar en la segunda fase. Se hará con micropilotes una pantalla de contención de 210 metros paralela a la alineación de la calle de Manuel Lasala, entre otras.
Con todo ello en marcha, se irá ejecutando la primera gran infraestructura, que estará en el subsuelo: un tanque de tormentas en la zona de los antiguos viveros Sopesens, cuyo objetivo es que aumente el volumen de aguas retenidas en momentos de precipitaciones para reducir las descargas al río de caudales sin depurar. Además, se contempla la realización de obras de mejora de la calidad de las aguas en el tramo urbano del Huerva con la renovación y ampliación de los actuales colectores de saneamiento.
Del mismo modo, se realizarán labores de recuperación, saneamiento y desbroce progresivas de acuerdo con la tipología de las especies invasoras, con los estados fitosanitarios óptimos o por cuestiones de seguridad y estabilidad del terreno. Para ello el proyecto incluye un estudio de cartografía vegetal, en el entorno de la adecuación de riberas y espacios verdes del río Huerva. Se ha hecho un inventariado de aves avistadas y nidos, así como tablas con toda la vegetación existente, y las zonas de rebrotes, las especies regresivas y alóctonas.
En los listados elaborados aparecen hasta 65 especies alóctonas o exóticas, frente a 14 autóctonas. Además, se han mapeado los ejemplares muertos, el tipo y rango de altura de toda la vegetación, así como la ubicación. En especial, habrá que combatir el alianto (ailanthus altissima), un árbol de crecimiento rápido y muy propicio para insectos dañinos no autóctonos. Esta especie está muy extendida por todo el cauce del río Huerva a su paso por la ciudad, en parte debido al estado de abandono de este espacio fluvial. El propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la CHE lo califican como «especie muy competitiva, invasora» que «compite por el espacio y la luz solar» y «produce toxinas en hojas y corteza, que al acumularse en el suelo inhiben el crecimiento de otras especies». «Debido a su rápido crecimiento y a sus efectos alelopáticos, desplaza a la vegetación natural preexistente o dificulta su regeneración futura» y además «produce daños en el alcantarillado y en los cimientos de los edificios».
FUTURA SEGUNDA FASE
Una vez encarada la primera fase, que podría comenzar en la segunda mitad del año, empezará a trabajarse en el desarrollo de la segunda parte del proyecto. En esta parte será cuando se haga la regeneración fluvial, la construcción de equipamiento, las nuevas pasarelas de conexión, y la instalación de alumbrado público y del mobiliario urbano específico. También se proyectarán zonas verdes, taludes verdes tendidos de acceso al cauce acompañados por sistemas de graderíos, la adecuación de sendas y la creación de nuevas de carácter inundable, así como la adecuación de espacios interiores. Todo ello con pavimentos permeables peatonales y para bicis y la creación de espacios naturalizados de estancia y disfrute del espacio de forma compatible con la dinámica fluvial.