En este tiempo se han llevado a cabo 740 trasplantes gracias a la generosidad de los donantes y al trabajo coordinado de los sanitarios
Hace veinticinco años, tal día como hoy, se llevó a cabo en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa el primer trasplante hepático realizado en Aragón. Un hito para el centro y para la sanidad pública aragonesa. Veinticinco años después ya son 740 los trasplantes contabilizados en la Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplante Hepático del Lozano Blesa, la única acreditada en la Comunidad Autónoma para llevar a cabo esta compleja técnica.
Para conmemorar esta fecha, desde el Hospital Clínico se ha organizado una jornada científica en la que han participado profesionales que iniciaron este camino, algunos de ellos ya jubilados, y los que actualmente lo están recorriendo. Además, la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Aragón ha recibido un reconocimiento por parte del Hospital por sus 25 años de compromiso con este Programa.
“En primer lugar, esta es una fecha para recordar a los donantes y a sus familias, que en un momento tan difícil de su vida toman la decisión de donar. Un gesto de una generosidad tan grande que nunca lo podremos agradecer suficientemente”, ha señalado Diego Rodríguez, director médico del Lozano Blesa en la inauguración de la jornada. Inauguración en la que también han participado el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, la responsable del Programa de Trasplante Hepático en la ONT, Gloria de la Rosa, y la coordinadora autonómica de trasplantes, Raquel Montoiro.
Bancalero ha recordado en la inauguración cómo se inició este programa de trasplante hepático en un momento en el que no había transferencias sanitarias aún, pero que se apostó políticamente por ello con el aragonesista Fernando Labena como consejero de Sanidad y el actual presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, como presidente del entonces INSALUD.
Un sistema coordinado
El consejero ha destacado la preparación, implicación y coordinación de tantos servicios y profesionales sanitarios del Hospital para que realizar el trasplante. «Se trata de un sistema que debe funcionar como un reloj para ser efectivo y que el órgano donado llegue a la persona que más lo necesita en tiempo récord”, ha añadido el director médico del centro. Para poder llevar a cabo un trasplante es preciso movilizar de forma coordinada hasta un centenar de profesionales y una veintena de servicios hospitalarios, desde que se inicia la alerta del posible donante hasta que el paciente trasplantado es dado de alta hospitalaria. Por eso, los trasplantes son el prototipo del trabajo en equipo, y sus logros son fruto del esfuerzo y colaboración de un numeroso equipo de profesionales, de los que comenzaron en este proyecto y de los involucrados actualmente.
El Hospital Clínico lleva a cabo una media de unos 30 trasplantes hepáticos al año, un número que varía en función del único factor que condiciona la actividad: las donaciones. Y aquí la pandemia de la COVID 19 tuvo un impacto negativo derivado de la propia emergencia sanitaria, si bien la actividad ya se ha normalizado y a lo largo de este año se han realizado 24 trasplantes hepáticos.
Qué ha cambiado en 25 años
La generosidad de los donantes sigue siendo la base del sistema. Pero otras muchas cuestiones han cambiado en estos veinticinco años. En primer lugar, el perfil de donante. Si en la década de los noventa el donante era fundamentalmente una persona joven que fallecía por traumatismo cráneo-encefálico en accidente de tráfico, en la actualidad es una persona de edad avanzada que fallece por una hemorragia cerebral. La edad media de los donantes de Aragón, en la actualidad se sitúa en 67 años.
En segundo lugar, los avances en el campo de la Medicina han permitido mejorar progresivamente los resultados del trasplante hepático. Por un lado, la lista de espera es menor gracias a la expansión del pool de donantes (donantes en asistolia, donante vivo) y a la introducción de los fármacos antivirales para el virus de la hepatitis C. Por otro, las mejoras en la preservación del órgano, los avances farmacológicos en el campo de la inmunosupresión y los adelantos en las técnicas quirúrgicas y de cuidados perioperatorios permiten intervenciones quirúrgicas más breves, menor necesidad de uso de hemoderivados y estancias hospitalarias más cortas.
En tercer lugar, y derivado de todo lo anterior, también ha cambiado el perfil del paciente que recibe un trasplante hepático. Con la mayor disponibilidad de órganos, la edad del receptor ha ido aumentando en los últimos años, con el consiguiente aumento de la comorbilidad o número de enfermedades concomitantes. Además, en la actualidad se aceptan indicaciones de trasplante expandidas, lo que ha aumentado progresivamente la complejidad del procedimiento.
En España, según datos globales de actividad en 2022 de la ONT, casi el 70% de los trasplantados es varón y la edad media se sitúa en los 55 años. En lo que va de este año, en Aragón se han hecho 26 trasplante hepáticos, 73 renales (8 de ellos de donante vivo) y 2 cardíacos. Todo ello gracias a 48 donantes cadáver y 8 donantes vivos.