Reabre con dos carriles la A-139 para normalizar la conexión con La Ribagorza y el valle de Benasque

La solución transitoria ha consistido en la construcción de un bypass en la zona del desprendimiento para restablecer la circulación en ambos sentidos de la vía

La carretera A-139 ha reabierto hoy con dos carriles de circulación en ambos sentidos después de que el pasado 6 de abril quedara cortada totalmente en el punto kilómetro 16,600, a la altura del término de Santaliestra, por un desprendimiento en la ladera. Al día siguiente, un geólogo y varios escaladores se trasladaron al lugar para evaluar el estado de la ladera y concluyeron que existía un alto riesgo de nuevos desprendimientos, situación que se vio agravada por la presencia de una torre eléctrica de alta tensión en lo alto del talud. En base a ello, se optó por extremar la precaución y por priorizar la seguridad de los usuarios, razón por la cual la carretera ha permanecido cortada hasta la mañana de hoy. Durante el periodo de corte solo se ha permitido el paso a los vehículos de emergencia por uno de los dos carriles y bajo supervisión.

Finalmente, tras analizar diferentes soluciones, se ha optado por la construcción de un bypass que permite rodear el tramo de carretera afectado por el deslizamiento con una calzada de dos carriles, como alternativa el paso semaforizado a través de un único carril que hubiera obligado a detener de manera alterna uno de los dos sentidos de circulación, resultado más molesto para los usuarios de la vía que, eso sí, deberán reducir la velocidad en ese punto. Esta solución transitoria posibilita, además, que se puedan realizar los trabajos de afianzamiento del talud y de la torre de alta tensión sin necesidad de volver a cortar el tráfico.

Un operario de la Dirección General retira la señal de carretera cortada para dar paso al tráfico.
Un operario de la Dirección General de Carreteras e Infraestructuras retira la señal de para dar paso al tráfico.DGA

El director general de Carreteras e Infraestructuras del Gobierno de aragón, Miguel Ángel Arminio, ha supervisado la reapertura de la A-139 y la evolución de las obras y ha expresado su satisfacción “por la celeridad con que se han acometido unos trabajos tan complejos, dado el estado y la dimensión del talud afectado”, al tiempo que ha felicitado a todos los que están trabajando para aplicar “una solución que va a permitir normalizar el tráfico en una carretera tan importante para el acceso a la Ribagorza y el valle de Benasque, máxime teniendo en cuenta que estamos ya prácticamente en fechas de Semana Santa y esta carretera es fundamental, tanto para los habitantes de esta zona de la provincia de Huesca como para quienes vienen a pasar unos días de vacaciones a esta parte del Pirineo”.

TRATAMIENTO DEL TALUD

La memoria técnica del sostenimiento del talud en el punto kilométrico 16,600 de la A-139 detalla las diferentes fases de la actuación que se ha de llevar a cabo para garantizar la estabilidad del talud afectado y prevenir futuros desprendimientos. La solución consiste en la aplicación de un sistema de sostenimiento mixto que combina la colocación de bulones para coser las diferentes placas rocosas que conforman el talud y la instalación de una red de cables de acero de alta resistencia dispuestos de manera entrelazada para formar una malla de contención adaptada la geometría del terreno, con reducido efecto visual y buena integración en el medio natural.

La obra consta de siete fases que comienzan con la limpieza y el saneo del desprendimiento, mediante la retirada del material caído y de los bloques inestables, continúa con la instalación de sistemas anticaídas para que los operarios puedan trabajar con seguridad, sigue con la habilitación del paso provisional que se ha habilitado en el día de hoy, la colocación de una malla provisional que evite la posible caída de fragmentos durante las labores de perforación y anclaje y el sellado de las grietas que se han detectado cerca de la torre de eléctrica, a fin de impedir infiltraciones de agua que vuelvan a afectar a la estabilidad de la misma, cuya base será reforzada, además, con la instalación de bulones de anclaje adicionales que mejoren la cohesión del terreno sobre el que se asienta. Finalmente, se procederá al anclado y sostenimiento del talud con bulones y a la colocación de la red de cables de acero.

La evolución y el ritmo de todos estos trabajos marcará el plazo de restauración y puesta en servicio del tramo de la A-139 afectado por el desprendimiento del pasado 6 de abril, si bien, según una primera estimación, las labores de aseguramiento del talud y, por tanto, de habilitación del trayecto original se podrían prolongar durante dos meses.